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Área de Educación

Como Pastoral Educativa de San José del Sur, impulsamos la Misión Claretiana desde el Ministerio de la Educación, asumiendo que cada uno de los 10 Colegios que integran la Provincia es nuestro lugar, nuestro ámbito de misión. Nos hacemos eco del Sueño Congregacional que nos insta a “velar porque nuestras instituciones educativas sean centros de calidad que, en colaboración con las familias, cuiden con esmero la formación en valores, la transmisión de la luz del Evangelio y la atención a los más vulnerables. Creando entornos seguros para que niños, adolescentes y jóvenes crezcan en libertad y responsabilidad” (QC69)

En San José del Sur, la Pastoral Educativa es animada por el EPE (Equipo Provincial de Educación) integrado por 3 laicas y 2 misioneros claretianos: Patricia Blanco Valdivia, Marita Siragusa, Ronell Recomono cmf, Gustavo Carnero cmf y Marita Laineiker, coordinadora del equipo.

El II Documento Capitular Provincial titulado “Comunidad en misión al servicio de la vida” (2018) puntualiza como prioridad de acción de la Pastoral Educativa, poder articular el triple frente: pedagógico, pastoral y administrativo, de tal manera que se interrelacione correctamente y armoniosamente: a) la formación humana y académica b) el proyecto pastoral desde la transversalidad de los ejes y las distintas áreas pastorales de la Provincia, y c) la sustentabilidad económica.

El EPE  asume este servicio de animación provincial acompañando los procesos de transformación que viven las comunidades educativas a partir de los lineamientos congregacionales, favoreciendo espacios de comunicación, de encuentro, de formación carismática, de espiritualidad misionera, animando la labor en las opciones y en las transversalidades de la Provincia, teniendo en cuenta el triple frente pedagógico, pastoral y administrativo.  Lleva a cabo de manera conjunta con los y las representantes legales, los procesos de selección de nuevos directivos e integrantes de los equipos de gestión institucional, siendo también facilitadores de un trabajo en red entre los colegios a nivel provincial.

Por su parte, el Consejo Provincial de Educación (espacio conformado por los y las Representantes Legales de todos los Colegios, la coordinadora del Equipo de Educación, el Prefecto de Apostolado y el Superior Provincial), tiene como finalidad poder dialogar y discernir los desafíos de la Pastoral Educativa en sintonía con las opciones misioneras y ejes transversales, desde las acciones planificadas de manera institucional y provincial para la concreción del Sueño Congregacional, comprometidos con el Pacto Educativo Global. Es un espacio muy enriquecedor en el que compartimos, con transparencia, informaciones relevantes de las realidades y contextos que atraviesan los Colegios, el análisis de variables de gestión pedagógica, pastoral y administrativa, la calendarización de acciones comunes (encuentros provinciales, espacios formativos animados por el EPE), la corresponsabilidad en la misión educativa que nos impulsa a brindar una educación transformadora y evangelizadora de calidad.

Acogemos en el corazón de nuestro equipo de animación y de las comunidades, el sueño eclesial al que nos convoca Francisco, sumándonos al Pacto Educativo Global para “reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”[1].  Transitamos mundialmente este tiempo de Pacto en el que unimos los mejores esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones, contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna. Una alianza, “entre los habitantes de la Tierra y la casa común, a la que debemos cuidado y respeto, que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana”[2], conscientes de que se requiere un camino educativo en sinodalidad que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora. Como educadores claretianos nos sentimos convocados a hacer, de nuestras comunidades y aulas, laboratorios para el arte del encuentro, en los cuales, cotidianamente, podamos ejercitarnos en el arte de ser hermanos.  Sabiendo que los valores de la libertad, de la inclusión, del respeto recíproco y de la solidaridad, se transmiten desde la más tierna infancia.  Que la solidaridad se expresa concretamente en el servicio.  Y que el servicio es, en gran parte, cuidar la fragilidad: cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo.